Se llama Pisco. Me lo trajeron los Reyes Magos hace dos años en recuerdo de un perro que tuvimos, con el mismo nombre. Vive en mi habitación y siempre que lo veo me recuerda al Pisco real, que era muy pequeñito y peludo. Murió hace algunos años, después de pasar 16 con nosotros. Era un poco miedica y muy ladrador, pero era juguetón y le gustaba acostarse en los pies de gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario